Después de un Viernes Santo como el vivido ayer, no queda menos que dar gracias a Dios por los Favores espirituales recibidos durante la Estación de Penitencia y agradecer a todos los que hicieron posible la magnífica jornada que vivió la Hermandad.
A las Autoridades que nos visitaron durante la mañana y a los que nos acompañaron al acto de las 3 de la tarde, al Excmo. Sr. Arzobispo, que en su primera asistencia al Campo del príncipe al acto de la Hora Nona, tuvo un trato exquisito y cariñoso con nosotros. A nuestro Párroco por su incansable desvelo y afecto hacia la Hermandad. Al florista, cerero y tantos artesanos que con su trabajo hacen de nuestros pasos verdaderos altares dignos del Hijo De Dios y su Santísima Madre. A los esforzados y talentosos músicos que con sus instrumentos llenan de emociones nuestros recuerdos. A todos los fieles y devotos que se acercaron a rezar ante nuestros Sagrados Titulares y a admirar nuestros pasos. Y a todos los hermanos en general, Nazarenos, penitentes, camareras, acólitos, monaguillos, costaleros, capataces, diputados, fiscales y hermanos de calle, que con incansable trabajo y esfuerzo, han colaborado en este Viernes Santo.
