Efemérides

Año de la Misericordia

Una efeméride finalizaba al término de 2015: El 375 Aniversario de la erección del monumento al Cristo de los Favores en el Realejo (1640- 2015), que se celebró con una misa por el Arzobispo ante dicho monumento en el Campo del Príncipe y otro comenzaba: el Año Jubilar de la Misericordia, que se inició el 13 de diciembre de ese año. El Papa Francisco concedió el privilegio de que cada diócesis señalara simbólicamente una puerta para abrir el Jubileo y peregrinar a la iglesia señalada, para obtener las indulgencias del mismo, concediendo tal beneficio a la de San Cecilio por allí tener su sede la imagen de María Stma. de la Misericordia Coronada.

Para anunciar el Jubileo, se elaboró el bello cartel correspondiente por Efrén Cea en el que se representa a la Virgen, vestida de forma sencilla, ante el presbiterio de la iglesia con el Santo Patrón de Granada en su altar mayor. Unos días después, el 19 de diciembre, se procedió a la ceremonia de apertura de la Puerta Santa de la diócesis con una procesión que partió del monumento del Cristo hasta la iglesia de San Cecilio para la ceremonia simbólica de apertura.

Después, en enero de 2016, ya estaba la imagen de la Virgen presidiendo el altar mayor de la iglesia desde la hornacina del titular San Cecilio, al que se le realizó un altar provisional con baldaquino junto al presbiterio, en el que llegada su festividad se le ofreció una misa solemne por el rito mozárabe por el sacerdote granadino, don Antonio Martínez, párroco de la iglesia mozárabe de las Santas Justa y Rufina de la ciudad de Toledo. 

La hermandad había peregrinado el día 17 de ese mes para ganar el jubileo, después de una ceremonia ante el Cristo del monumento.

Después de la Semana Santa de 2016, en la que la cofradía nos dejó apreciar la magnificencia, devoción y popularidad en su estación de penitencia, se disponía a culminar con una procesión extraordinaria de la Virgen el Año Jubilar de la Misericordia. Dicha procesión de peregrinación a la Catedral Metropolitana se celebró el 23 de abril y en la que todas las hermandades granadinas y de su diócesis podrían participar de las gracias del Jubileo.

La imagen de María Stma. de la Misericordia Coronada en su paso de palio salió a las seis de la tarde para llegar a la Catedral a las ocho y, tras la solemne ceremonia de pontifical, regresó a su iglesia, participando en ella todas las hermandades asistentes. Gran día de fiesta religiosa y popular en la que la Virgen fue marchando, guiada por el capataz general, Alberto Ortega García, a los acordes procesionales de la Banda de Música del Maestro Dueñas del Puerto de Santa María (Cádiz), que remonta sus orígenes a 1853, y deleitó con sus marchas procesionales al mundo cofrade granadino. En el itinerario de regreso la Virgen de la Misericordia visitó en esta procesión de gloria diversos templos cofrades del Realejo, como San Matías, Santo Domingo y el del Monasterio de las Comendadoras de Santiago.

Ese día la Virgen se nos presentó con un adorno floral exquisito, siempre y como desde sus primeras salidas procesionales en los años cuarenta y cincuenta en color blanco. En esta ocasión extraordinaria, sus jarras y frisos se adornaban con la flor de cala o “flor de pato” En la procesión de regreso el célebre cantaor natural de Osuna, Manuel Cuevas, entonó la sentida saeta-martinete dedicada a la Virgen de la Misericordia Coronada. Un silencio impresionante marcó un clímax devoto, sólo interrumpido por un unísono ¡Olé! del público y un estallido final de aplausos de la gente impresionada y enfervorecida.

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