Expediente de Coronación

La Hermandad del Santísimo Cristo de los Favores y María Santísima de la Misericordia se funda un 13 de diciembre de 1928, festividad de Santa Lucía, por una serie de devotos a la Imagen pétrea que recibe culto en el Campo del Príncipe, en el barrio del Realejo, Granada. Dicha Imagen es construida por suscripción popular a comienzos del siglo XVII. Su primera ubicación fue en la Cuesta del Realejo, a espaldas del Convento de Santa Catalina de Siena, pero fue tal la devoción que enseguida levantó entre los vecinos del Barrio del Realejo, que la Escultura hubo de ser traslada a un espacio mayor, lo que la llevó a su actual ubicación en el Campo del Príncipe.

Estos Hermanos Fundadores no hacen más que recoger una tradición secular de culto a esa Imagen, trasladando la festividad de la Santa Cruz, como centro de la devoción al Cristo de los Favores, en el mes de mayo, a la Semana Santa.

Dentro de ese marco, y desde entonces, la Semana Santa de Granada presume de uno de los actos de fe y piedad más importantes de toda Andalucía, teniendo al Señor de los Favores (como así lo denomina el pueblo) como centro inspirador del mismo. Se trata del acto del Viernes Santo a las tres de la tarde, momento en el que el Señor de los Favores aglutina a sus plantas a más de 30.000 personas (según cálculos autorizados) en el Campo del Príncipe y alrededores. Son gentes venidas, no sólo de la capital granadina, sino del resto de la provincia y de muchos puntos de España, que acuden a la cita, puntuales cada año, sin necesidad de una convocatoria previa, ni por parte de la Hermandad ni de la Parroquia de San Cecilio, collatura a la que pertenece.

Esa circunstancia habrá pesado a la hora de que el Ayuntamiento de Granada decidiera el pasado año de 2004 conceder la medalla de oro de la ciudad a la advocación del Señor de los Favores, por ser a la que mayor fe y devoción tienen los granadinos, al margen de ser una de las más antiguas que reciben culto en nuestra ciudad, lo que justifica que los fieles lo reconozcan como Señor de Granada.

En todo este marco, la presencia mariana es muy importante. Se diría que fundamental, ya que la Hermandad del Señor de los Favores ha sabido conjugar la fuerza y el amor que despierta la advocación cristífera a la que nos referimos, con una personificación muy potente de la Madre de Dios, que en este caso recibe la advocación de Misericordia. La actual devoción de María Santísima de la Misericordia, se incorpora a la vida interna de la Hermandad en el año 1943, como lo acreditan algunos documentos de la Cofradía, y se oficializa a principios del año siguiente con la pertinente reforma de Reglas rubricada por el Cardenal Arzobispo de Granada don Agustín Parrado. Es a partir de ese momento cuando nuestra corporación nazarena incorpora, por primera vez en la Semana Santa de Granada, el juramento por parte de sus Hermanos de defensa del dogma de la Inmaculada Concepción de María y el Misterio de Su Sagrada Asunción. Por lo que se refiere a la Imagen, llega a la Cofradía en agosto de 1944 procedente del Convento de monjas Clarisas de Nuestra Señora de los Ángeles, de la Calle Molinos. Se trata de una Imagen Dolorosa, obra de Francisco Morales, fechada en 1896, según consta en la firma descubierta tras la restauración llevada a cabo por Bonilla Cornejo, en Sevilla, en 1992. Desde su llegada, la Imagen Mariana ha recabado el cariño de los Hermanos de la Cofradía y de su Barrio del Realejo, en el que la Virgen de la Misericordia es un crisol de fe y devoción, como acreditan los distintos azulejos que, a modo de altar se hallan en la Cuesta del Realejo, en la Plaza del Cristo de los Favores e, incluso más allá de los límites del Barrio. En la Calle Navas, en pleno centro de la ciudad, nos encontramos con otro mosaico dedicado a María Santísima de la Misericordia.

El pueblo, en su infinita sabiduría, la llama con todo el cariño “Greñúa”, por estar en el barrio del Realejo, que así se ha conocido históricamente. Pero, la importancia de su devoción ha conseguido que hoy día, no se distinga si el apelativo que reciben los vecinos del Realejo, sea producto de la historia o del sobrenombre cariñoso que la Imagen recibe. La importancia de esta devoción ha llegado al extremo de protagonizar una Salida Extraordinaria con motivo del Centenario de la realización de la Imagen el 7 de septiembre de 1996, algo nunca visto en la Semana Santa de Granada, para lo que se celebró un Pontifical, presidido por el señor Arzobispo Emérito de la Archidiócesis, monseñor Méndez Asensio, en un solemne altar en el Campo del Príncipe, a los pies del Señor de los Favores.

El amor de su Barrio por la Virgen de la Misericordia es tan grande, que algunos vecinos del mismo han llegado a exponer su vida para salvar la Imagen, junto a la del Cristo de los Favores, durante el incendio que sufrió la iglesia de San Cecilio en la Navidad de 1969. Varios devotos de la Imagen forzaron la entrada al Templo y accedieron a su interior para, aun a riesgo de su propia integridad, sacar las Imágenes, ya afectadas por las llamas.

Los feligreses asiduos a la Iglesia de San Cecilio pueden contemplar a diario las visitas que la Imagen de la Virgen de la Misericordia recibe por los fieles, algo que se ve multiplicado por varios dígitos en el Viernes Santo, cuando Granada entera acude a contemplar el paso de María Santísima por las calles de la ciudad, sobre todo en los puntos clave del recorrido penitencial donde, de forma espontánea, cada año recibe innumerables petaladas de flores que se han convertido en tradiciones dentro de la vida de la Hermandad. Todo lo cual eclosiona en la llegada de la Devota Imagen a las inmediaciones de la Capilla de Salida, donde la marea humana impide, entre rezos, cantos y oraciones populares, el normal caminar de la Hermandad por su Barrio.